Archive for diciembre 2010

El final de la inocencia


La joven Emily espera ilusionada el periodo en que sus padres acogen durante una temporada, en su infeliz hogar en las afueras de Johannesburgo, invitados: mientras dura la visita, sus padres dejan de lado sus desavenencias y se comportan como una verdadera familia.
Una primavera, una familia de vagabundos –un matrimonio australiano y sus dos hijos– llega para quedarse un tiempo. Pero su presencia desencadena una serie de inesperados acontecimientos que romperán la esperanza de Emily de tener una vida familiar feliz y cambiará a todos para siempre... Alguien habrá robado la inocencia.

Linzi Glass: El final de la inocencia (Siruela)

Inork ikusi al ditu guraizeak?

Prakestu jostunaren guraizeak asperturik daude beti gauza bera egiten. Hortaz, mundu zabala ezagutu eta esperientzia berriak bizitzeko asmoarekin, ihes egin eta,
ausardia osoz, bidean topatzen duten guztia moztukodute errukirik gabe: neskato baten txirikorda, maitemindutako gizon baten lore sorta, lehoi “beldurgarriaren” ilea, sermoilari aspergarriaren tiranteak... eta baita Prakestu jostunaren bibotea ere!...
eta azken finean, nork ez du inoiz gogorik izan bidetik irten eta ezarritako arauak apurtzeko? 
Fernando Krahn: Inork ikusi al ditu guraizeak? (Kalandraka)

Lluvia de millones

¿Qué harías si un día te cayera del cielo un montón de dinero y sólo tuvieras 17 días para gastarlo?
A este dilema se enfrentan, pobrecitos ellos, los hermanos Damian y Anthony Cunningham después de encontrar una bolsa repleta de miles de libras esterlinas, unos días antes de que la moneda inglesa sea reemplazada por el euro. Pero, por desgracia, los afortunados hermanos tienen, en asuntos monetarios, ideas muy diferentes. Damian es un apasionado de los santos y, en su afán por emularlos y hacer el bien, se encuentra con una desbordante oferta de ONGs dispuestas a salvar el mundo. Anthony, bastante menos idealista, duda entre comprar juegos digitales, móviles de última generación o, por qué no, invertir en negocios inmobiliarios. En todo caso, mientras intentan ponersede acuerdo, deberán cuidarse mucho de una imprevista amenaza, la de alguien que pretende recuperar la bolsa perdida. 
Frank Cotrell Boyce: Lluvia de millones (Salamandra)

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