Archive for noviembre 2009

El tren de medianoche


Con tejuelo J Txaplatarekin

Gustavo tenía trece años cuando un suceso cambió su vida: acosado por sus compañeros en una clase de Educación Física se desmaya y, al caer, se fractura una pierna y dos costillas, una de las cuales le pincha el hígado. Tras horas inconsciente y varios días en el hospital, Gustavo se recupera. Un par de años después, cuenta cómo este suceso cambió su mirada sobre las personas. Así, el golpe le ayudó a madurar, por lo que será capaz de analizar mejor y, por lo tanto, actuar en consecuencia, la relación con su madre o con la chica que tanto le gusta, porque según sus palabras, el objetivo debía ser «dar luz a la oscuridad interior en la que vivía».
Mariela Chenú Melchior: El tren de medianoche (Anaya)

Ñec-Ñec, Ris-Ras



Bubú es el hijo pequeño de una familia de monstruos. Y no puede dormir porque debajo de su cama hay un niño de piel rosa, pelo naranja, y unos ojos de aquel color tan horrible que tiene el cielo cuando un monstruo se levanta a pleno día, y no puede ver nada de tanta luz que hay. Su abuelo Bu, que es el abuelo más monstruoso que existe le cuenta cómo se asustó la primera vez que vio un niño, y que la mejor manera de tratarle es mirarle directamente a los ojos.

Barbara Jean Hicks: Ñec-Ñec, Ris-Ras (Juventud)

El ladrón mago



Con, ladronzuelo de oficio, roba a Nevery, un poderoso mago, una piedra que resulta ser su amuleto. En condiciones normales, tendría que haber muerto calcinado; sin embargo, la piedra brilla en su mano. Nevery, al verlo, lo invita a cenar para que se convierta en su aprendiz. Desterrado de Wellmet desde hace más de veinte años por ser crítico con la duquesa, Nevery volverá a la ciudad tras recibir una carta en la que se le avisa que el nivel de magia está bajando de forma alarmante. Mientras, Conn sigue mostrando sus dotes como mago, pero no podrá demostrarlo hasta que descubra cuál es su amuleto. Solo tiene 30 días. No sabe por dónde empezar, los días van pasando hasta que el plazo está a punto de cumplir…, y se siente fuertemente atraído por una joya que luce ¡la mismísima duquesa! ¿Cómo conseguirla? Muy fácil: robándola…



Sarah Prineas: El ladrón mago (Random House Mondadori)

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